El Samán de Güere fue testigo mudo del acontecer nacional durante varios siglos. Por allí transcurrió la vida del indígena, las luchas del conquistador, las guerras por la independencia. Presenció la fundación de
pueblos, el triunfo de los Libertadores, las guerras civiles fratricidas y las luchas por alcanzar la democracia. En él se resumió, no solo la historia del estado Aragua, sino también la historia de Venezuela.
Don Arístides Rojas nos habla acerca de cómo este gigantesco árbol sirvió en una ocasión de sitio de reencuentro a dos “alucinados”, como llamada Rojas a Humboldt y a Bolívar, quienes treparon las altas cimas de la gloria, de la misma manera que habían trepado las altas cimas de la Tierra. Esto sucedió en 1804. Más tarde, en plena contienda, las tropas españolas acamparon bajo la fronda generosa del Samán de Güere cuando se libró la Batalla de San Mateo donde obtuvo la inmortalidad el granadino Ricaurte.
Agustín
Codazzi al ver el Saman de Güere dice lo siguiente: "Al salir del pueblo de Turmero, a una legua de
distancia, se descubre un objeto que se presenta en el horizonte como un
terremontero redondeado, como un tumulto cubierto de vegetación. No es una
colina ni un grupo de árboles muy juntos, sino un solo árbol, el famoso Samán
de Güere, conocido en toda la provincia por la enorme extensión de sus ramas,
que forman una copa hemisfériea de 576 pies de circunferencia. El Samán es una
vistosa especie de Mimosa, cuyos brazos tortuosos se dividen por bifurcación. Su
follaje tenue y delicado se destacaba agradablemente sobre el azul del cielo.
Largo tiempo nos detuvimos debajo de esta bóveda vegetal. El tronco del Samán
de Güere que se encuentra sobre el camino mismo de Turmero a Maracay, sólo
tiene 60 pies de alto y 9 de diámetro; pero su verdadera belleza consiste en la
forma general de su cima. Los brazos se despliegan como un vasto parasol y se
inclinan todos hacia el suelo, del que quedan uniformemente separados de 12 a
15 pies. La periferia del ramaje o de la copa es tan regular, que trazando
diferentes diámetros hallé que tenían de 192 a 186 pies. Uno de los lados del
árbol estaba por entero despojado de sus hojas a causa de la sequía y en otros
quedaban a un mismo tiempo hojas y flores. Cubren los brazos y desgarran su
corteza Tillandsias, Loranteas, Pitahayas, y otras plantas parásitas. Los
habitantes de estos valles, y sobre todo los indios, tienen veneración por el
Samán de Güere, al que parecen haber hallado los primeros conquistadores poco
más o menos en el mismo estado en que hoy lo vimos... El aspecto de los árboles
vetustos es en cierto modo imponente y majestuoso; así es que la violación de
estos monumentos de la naturaleza se castiga severamente en los países que
carecen de los monumentos de arte"'.
El Saman de Güere fue decretado Monumento Histórico Nacional de Venezuela por el General Juan Vicente Gomez en 1933. El General Juan Vicente Gómez, encerró entre 419
fusiles, con sus respectivas bayonetas al Saman de Güere y construyó un
monumento con un arco y cañones. El 17 de diciembre de 1982, bajo la sombra del
Samán de Güere, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, funda el Movimiento
Bolivariano Revolucionario (MBR-200). Un nutrido grupo de militares se lanzan
hacia un objetivo de rescatar la democracia para ponerla al servicio del
soberano, cuestión que concretan en 1998 cuando la Revolución Bolivariana
comienza su proceso de cambio.